EN CASA
Reunió valor después de muchas semanas de pensar en ello. Un domingo lluvioso condujo su automóvil hasta la vieja y olvidada casa familiar.
La herrumbrosa cerradura tardó en ceder. Por un instante temió que la llave oxidada se partiera. La oscuridad de la entrada y el olor a humedad y decrepitud lo recibieron.
Encendió el mechero. Caminó con premura, asustado, y cuando estuvo en medio de la habitación bajó la llama hasta descubrir el antiguo juguete, un coche de bomberos que muchos años antes dejó caer, cuando su padre lo llevaba en brazos el día en que abandonaron aquel lugar a toda prisa y sin esperanza.
El coche de bomberos estaba cubierto de moho y hebras telarañosas.
No pudo recogerlo, como deseaba. La voz, la voz de siempre, la profunda y agria voz que había arruinado su infancia, gritó desde el piso de arriba:
- ¿Has traído mis chocolatinas?
A salvo en su automóvil, de vuelta al hogar, pensó que en su torpe huida había olvidado cerrar la puerta. Maldijo para sí. Murmuró:
- Dónde encontraré una tienda abierta, hoy precisamente...
Tampoco pudo recordar la marca de las chocolatinas.
La herrumbrosa cerradura tardó en ceder. Por un instante temió que la llave oxidada se partiera. La oscuridad de la entrada y el olor a humedad y decrepitud lo recibieron.
Encendió el mechero. Caminó con premura, asustado, y cuando estuvo en medio de la habitación bajó la llama hasta descubrir el antiguo juguete, un coche de bomberos que muchos años antes dejó caer, cuando su padre lo llevaba en brazos el día en que abandonaron aquel lugar a toda prisa y sin esperanza.
El coche de bomberos estaba cubierto de moho y hebras telarañosas.
No pudo recogerlo, como deseaba. La voz, la voz de siempre, la profunda y agria voz que había arruinado su infancia, gritó desde el piso de arriba:
- ¿Has traído mis chocolatinas?
A salvo en su automóvil, de vuelta al hogar, pensó que en su torpe huida había olvidado cerrar la puerta. Maldijo para sí. Murmuró:
- Dónde encontraré una tienda abierta, hoy precisamente...
Tampoco pudo recordar la marca de las chocolatinas.
10 comentarios
Octavia -
El relato lo comentamos otro día si eso...
JVPascual -
Octavia -
Me encanta lo que voy a decir :Bienvenido , novato (jo , qué ilu)
tequila -
El caso es que en pocas letras bien unidas hay toda una historia, un tema.
Me uno a las salvas de bienvenida a la blogia, aunque aún soy demasiado nueva yo como para andar en comités.
Un gusto leerte.
Un abrazo:
Lola.
Stuffen -
JVPascual -
Pablo -
chus -
salud
pokito
pokito
JVPascual -
Enhorabuena a las 6 y pico por incluir textos de tanta calidad.
Y gracias por devolvernos el cuadro.
¿Un café?
Stuffen -
Sir JV, sea usted bienvenidísimo (lo de Sir se lo pongo yo porque quiero).
Que es un lujazo y un pedazo de honor el contar con usted.
Y el relatillo me ha gustado, por supuesto.
Stuffen.
P.D: Comprenda que se trataba de mi mensaje de bienvenida para ussía, alguien a quien usted sabe considero una persona "importante".
En mensajes venideros le tutearé. :)
Stu.